viernes, 24 de febrero de 2012

Sin prisas, por favor.

Creo que todos hemos tenido, alguna vez, ese día en que quedas a comer con unos amigos y la cosa se alarga porque estas muy a gusto. Momentos en los que parece que nadie tiene casa, ni mujer/novia/niños/perro que le impida quedarse y seguir disfrutando de buena compañía, buena charla(o no) sin mirar al reloj.
Y claro, el tiempo pasa y, a lo que tomamos en la comida, le vamos añadiendo un suma y sigue que parece la gasolina para seguir funcionando.


Uno de estos días, pasando la comida(que fue laaarga) y el Gin & Tonic(en adelante GT) de rigor, nos dieron cerca de las 8 de la tarde. Como no queríamos irnos a casa, pensamos en pasarnos por el Dry Martini que tiene Javier de las Muelas, coctelero de pro, en el Hotel Gan Meliá Fenix de Madrid.





Lo que fue un acierto total, ya que tomamos posesión de esas butacas de hall de hotel, en vez de la barra, y proseguimos la charla. Allí, una simpática camarera nos trajo la carta de cocteles y otros combinados, de los que elegimos el Dry Martini(no podía ser otro), un GT y yo un Blody Mary.


Desde aquí confieso que no soy muy coctelero, (algo en Chicote y poco más) pero he de decir que el Blody Mary estaba espectacular, con el toque justo de tabasco, pimienta y la sequedad del vodka. Definitivamente perfecto mi castigado estómago. Caté tambien el Dry Martini, extraseco, con esa potencia de alcohol que encaja al dedillo con esos personajes de cine negro que todos tenemos en la memoria.


Y claro, cuando nos quisimos dar cuenta eran cerca de las 11h!!...habrá que ir a cenar, dijimos.
Pues no se hable más, pero a esas horas, dónde?. Al final nos aventuramos a ir al cercano El Padre, C/Serrano 41, sitio que conocemos y nos conocen bien....y tuvimos suerte que nos dieron mesa.




Mario con David al fondo.


Por si aún no lo conoceis, he de deciros que, abstrayendonos del acceso(algo tenebroso), podríamos catalogarlo como el mejor sitio del Barrio de Salamanca para comer de menú(a diario) o a la carta en cuanto a RCP y a bodega se refiere.


Dos hermanos muy jóvenes(aunque sobradamente preparados) tienen la culpa de ello, David y Mario, que estan allí, al pié del cañón, todos los días. Si la pasión de David es el mundo del vino(fanático de Borgoña y Champagne), la de su hermano es la coctelería. Es el típico sitio que te sientes como en casa por su trato, la comida y el compartir aficiones.


Les avisamos que veníamos de una larga travesía , por lo que cenaríamos poco, advirtiendo que lo que teníamos claro era que queríamos Champagne. Dicho y hecho, unas anchoas fresquísimas, con rebozado fino, y un pez mantequilla, nos vinieron al pelo para acabar la noche. En cuanto al maridaje, de las recomendaciones de David, elegimos un Champagne del Grand Cru de Mesnil sur Oger, Pierre Peters Blanc de Blancs Cuvée Spéciale 1999, del que he de decir que me maravilló la nariz ( pan tostado, bollería, mantequillas, cítricos), pero la boca me dejó a medias(excelente entrada, con volumen, buena acidez, estructura y....un final algo corto a mi juicio).



Rematamos la faena con unos refrescantes vodkas con soda y hoja de menta(recomendeción de Mario) para mis compañeros de fatigas, que no querían mucha contundencia. Yo pedí un GT de algún Gin que fuera suave, un Brockman's(4 destilaciones), con fever tree, piel de lima y buen hielo(del que no se deshace).


En fin, que más decir, fue el broche perfecto a un día sin prisas y en buena compañía.

1 comentario:

  1. Como para querer más contundencía jejejej.

    Vaya entradón del blog!, quedará en los anales.

    ;)

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