domingo, 19 de febrero de 2012

Sí, Teruel existe y es precioso

Esta nueva entrada la hago para reivindicar esos lugares que a veces pasan inadvertidos y que tienen una magia especial cuando los descubres.
Ya sé que 'queda mejor de cara a la galería ' el decir que este finde he ido a Barcelona, Donosti, Madrid o Sevilla que no a Zamora, Teruel o Soria (3 pequeñas joyas que da gusto pasearlas). Precisamente es ese esnobismo trasnochado el que hace que, a veces, la gente se pierda muchos rincones maravillosos de nuestro país.
Por favor, que nadie me malinterprete, me encantan las 4 grandísimas ciudades que cito al principio, pero se trata de buscar otras sensaciones.


Un buen ejemplo de esto, podría ser el viaje que hice hace un tiempo a la provincia de Teruel y que paso a relataros a continuación.
Salimos desde Madrid, donde pusimos rumbo A2, llegando hasta Alcolea del Pinar, donde cogemos la N211 para desviarnos después a la altura de Pobo de Dueñas. Allí empieza una carretera estrecha, que elegimos porpasar por pueblos con mucho sabor, por ejemplo, Ródenas o Pozondón y llegar hasta uno de los pueblos con más encanto de esta provincia, Albarracín.






Os recomiendo el hacer noche en esta maravilla de 'pueblo de postal', con muchas cosas que ver, multitud de recorridos por hacer y visitar diversos monumentos de interés. Digo lo de hacer noche, incluidas sus copas con tertulia en El Molino del Gato, para que, cuando se vayan los habituales autobuses de turistas, podamos disfrutar con tranquilidad  de esas calles y esas vistas maravillosas que tiene.




Al día siguiente hay mil y una excursiones interesantes por hacer. Nosotros optamos por 2 de ellas.


La primera fue ir a ver los nacimientos de los ríos Tajo o Cabriel, pasando por Calomadre(ver lápida en fachada de su iglesia) y sus cascadas, hasta llegar hasta 1km antes aprox del horroroso monumento al nacimiento del Tajo. Allí nos apeamos del coche para patear hasta el arroyuelo de donde sale lo que parece imposible que acabe siendo un majestuoso rio cuando llega a Lisboa.
A la vuelta, en ese mismo punto, cogimos el coche y nos acercamos por una pista de tierra (ojo con barrizal si llueve) hasta un  balcón natural desde donde se puede ir al nacimiento del Cabriel o divisar la frontera natural con la provincia de Cuenca.
De allí bajamos a Frias de Albarracín, también por pista, para tomar dirección a Villar del Cobo. Luego nos desviamos hacia Tramacastilla y Torres de Albarracín por una preciosa carretera con vistas, llegando de nuevo a Albarracín.





La segunda ruta(ya de vuelta a Madrid) fue dirección a Teruel capital, atravesando el maravilloso Paisaje Protegido de los Pinares de Ródeno que, sin duda, merece una segunda visita más detenida en un futuro viaje.


                    


Llegamos en pocos minutos a Teruel capital, que nos recibe celebrando el XXV aniversario del Teruel Mudejar como Patrimonio de la Humanidad, ahí es nada. Preciosas sus torres, las fachadas modernistas, un moderno paseo del Óvalo y, como no, esa famosa Plaza del Torico.


     

Recomendabilísimo comer en Yaín, para más info ver mi comentario en Verema


Por último, para una vuelta a casa más relajada, un buen consejo sería coger la autovía A23 hasta Monreal del Campo, donde enlazaríamos con la N211 hasta la A2.
Espero que os sirva...







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