miércoles, 19 de junio de 2013

Las catas de vinos, ¿qué se pretende/pretendemos conseguir?


Ya tenía previsto escribir algo acerca de este tema hace tiempo y ha tenido que ser después de una última cata..strófica cata a la qué asistí hace poco el detonante para que me decidiera a hacerlo.

¿Qué se prentende al ofrecer o recibir de una cata?. Esta es la gran pregunta que deberíamos de formularnos quienes impartimos/asistimos a estos eventos. EMHO habría dos componentes que jamás debemos perder, tanto si estamos en un lado o en otro. Por un lado estaría la labor divulgativa, muy importante ya que es el pilar de estas reuniones, a las que asistimos con ganas de aprender acerca de un tema que nos apasiona o como mínimo nos atrae. Por otro, estaría el divertimento, pués el vino siempre va unido al disfrute personal y colectivo.

El Maestro Antonio Flores con Pepe Argudo en una cata 'a ciegas' muy peculiar, combinaban texturas y vino.

Dicho esto, hablaré primero de las catas que han sido positivas para mi, para después dar unas premisas de lo que, a mi juicio, no se debería transmitir en ellas. A partir de ahí, será cada cual el que saque sus propias consecuencias.


En mi ranking particular, figuran las catas que he recibido de Luis Gutiérrez, que, para quien no le conozca, diré que él se autodefine como un apasionado/loco/enamorado del vino, que no ha tenido más vinculación profesional con este mundo que la de escribir en las web de elmundovino o Jancis Robinson…eso hasta poco, ya que desde hace meses es el hombre de Robert Parker para España, Portugal y el Cono Sur de América…Suerte Luis!

Sus catas están basadas en transmitir sus conocimientos de forma que pueda entenderlos cualquier persona sea cual sea su nivel. Unos sacarán más información de la que llevaban antes de la cata, a otros les pondrá en el camino para que ‘les pique’ la curiosidad de seguir indagando tras asistir a ellas. Todo ello con el vino como nexo de unión entre diferentes culturas, haciéndonos viajar virtualmente allá donde nace. Chapeau!

Un ejemplo ‘magistral’ de esto que cuento fue la cata vertical de añadas Históricas de Grandes Reservas de Viña Real a la que asistimos unos cuantos privilegiados hace unos meses. A priori con esta cata pensaríamos en seriedad, multidud de datos, bibliografia, concentración total en estos grandes vinos, etc…


(Foto Estanis Nuñez)


 
Pues nada de eso. La cata, además de mostrarnos la evolución de estos vinos, consistió en hacernos recordar (via Power Point) qué pasaba en España y en el mundo en la Sociedad, la Política, la Cultura…y por supuesto en una histórica bodega como CVNE.


(Foto Estanis Nuñez)

Obviamente, se dio toda la información pertinente de estas joyas enológicas que catamos, con la intervención de Victor Urrutia(Director general de la bodega) quien se ‘arremangó’ y compartío protagonismo con Luis  sin perder(ambos) un ápice de pasión y profesionalidad.



Pero la ‘guinda’ de la cata no la he desvelado aún. Con cada vino hubo 30 seg del Hit musical del momento(desde los Rolling a la Macarena), detalle que nos revolucionó emocionalmente a los que allí estábamos (muchos profesionales bregados en mil catas). Fue una Cata-Fiesta, con buenos vinos, buena información y un ambiente mágico.

Por citar a otros monstruos de las catas, os diré que, si podeis, no os perdais las catas que imparten Juancho Asenjo (auténtica enciclopedia con patas...y en vino italiano ‘The Special One’), Antonio Flores (historia viva de Gonzalez Byass y el vino de Jerez)…por poner un par de ejemplos más...eso sin contar con esos bodegueros (por ejemplo, Álvaro Palacios), que son comunicadores apasionados de sus vinos.

Cata de las últimas añadas de Álvaro y Ricardo palacios con sus grandes vinos.

Por otra parte, entiendo que las catas ‘comerciales’ van hacia otros objetivos no tan lúdicos y sí orientados a su difusión mediática(prensa, bloggers) o para profesionales del sector(hostelería, vinotecas). El problema es que hay gente que las imparte que, bien sólo se preocupa de ‘soltar el rollo’ sin saber a veces lo que dice; o bien(esto es lo peor) en vez de informar, lo que hacen es deformar, mintiendo y ‘poniendo a parir’ a la competencia. Craso error en ambos casos, que se agrava notablemente si el público que asiste es el consumidor final.

A parte de esto, hace días sufrí una nueva modalidad de cata, la de quien se cree ‘superieur’ a los asistentes (poniéndoles en ridículo en ocasiones), además de estar encantado de oirse a sí mismo. Lo que a mi me transmitió fue que estaba más preocupado de recabar información de los asistentes, que de dar las explicaciones que le pedían.
Para mi, esto sólo debería ser la antítesis de quien quiere informar/transmitir/vender su producto. Con ello se aumenta la distancia que separa a los que tienen conocimientos en vinos del consumidor final, lo que repercute negativamente en el consumo. 
Por supuesto quiero hacer extensivo todo lo que expongo en este post no sólo a las catas de vinos, sino a cualquier tipo de producto gastronómico. Cuanta más información tengamos, menos nos engañarán con esas endiabladas campañas de publicidad
Cata de quesos impartida por Guillermina Sánchez, una auténtica experta.

Por último, y no menos importante, es la actitud de quien recibe la cata. Aquí la premisa más importante es mostrar respeto y educación por quien la imparte. No puede ser que el ponente esté esforzandose en hacerlo lo mejor posible y la gente esté hablando en voz alta, riéndose o más preocupada por hacer fotos y comentarlo(en directo) por las redes sociales...tiempo habrá.
En fin, espero que a las catas que vayáis estéis atent@s, ya que, por muy 'malas' que sean, siempre sacareis algún dato nuevo que os aportará conocimiento o disfrute.
Saludos y buenos vinos!
 
 
 
 
 

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