Esto sería lo normal, pero ¿por qué ultimamente veo que hay una CONEXIÓN entre viticultores que, a priori, no tienen nada en común?.... pueden estar a cientos de km, hacer vinos distintos, etc y acaban teniendo un nexo de unión.
La única explicación que encuentro es la coincidencia en cómo se enfrentan a su viñedo.
Un buen terroir, unas cepas que se adapten bien y la mínima intervención en viñedo suelen ser sus directrices. Después queda el entender su viñedo con la experiencia de los años, 'sobre todo en los difíciles, que es cuando más se aprende', nos dice nuestro protagonista de este post.
Este protagonista del que hablo es Ramón Parera, de Celler Pardas, quien hasta la fecha es la última persona que me he cruzado con estos sintomas de los que hablo.
Ramón con sus joyas de Xarel-lo viejo en su parcela L'Aspriu. |